El duelo
Comúnmente escuchamos esta palabra cuando muere un ser querido, sin embargo el duelo no se reduce a este caso únicamente ni mucho menos.
El duelo es un proceso que se experimenta cuando tenemos la percepción subjetiva de la pérdida de algo o alguien que es importante para nosotros, como por ejemplo, que se termine una relación de pareja, perder una amistad, la muerte de nuestra mascota e incluso un despido. No es un proceso lineal, hay personas que pueden ir de una fase a otra sin seguir un orden concreto.
Este proceso está compuesto por diferentes fases. La primera es la fase de negación en la que, como su nombre bien indica, negamos el suceso ocurrido e incluso la persona puede actuar como si nada hubiese sucedido. La segunda es la fase de ira, en la que predomina esta emoción, la cual sentimos por la pérdida que hemos experimentado en esta fase; también puede aparecer la emoción de culpa. Negociación es la tercera fase y, seguida de ésta, la fase de depresión, en la que la persona experimenta dolor y vacío. Por último, tenemos la fase de aceptación, en la cual la persona reconoce la situación y le da un lugar a su dolor sin que éste le desborde.
Debemos saber que experimentar el duelo es algo normal. Lo principal del duelo es permitirnos integrar el suceso. La duración promedio es de 6 meses, sin embargo si sientes que la situación te supera y tienes dificultades para gestionarla por ti mismo, no dudes en pedir ayuda.
Learn More¿Los celos son muestra de amor?
Los celos son emociones que todos podemos llegar a sentir y que suelen venir acompañadas de síntomas de ansiedad muy molestos. Principalmente surgen ante la idea de perder “algo que es importante para nosotros”, generalmente el amor del otro y esto se suele dar en mayor medida en las parejas. Los celos no son buenos o malos, son una emoción igual de válida que la tristeza o la alegría, sin embargo todo depende de cómo se gestionen, si esta gestión implica revisar el móvil a tu pareja o prohibir que se comunique con otra persona, ahí la gestión de esa emoción es lo que está mal, no el hecho de sentir esa emoción. En cambio, explicar la interpretación que has hecho de la situación, expresar cómo te has sentido y lo que te molesta, son ejemplos de formas sanas de gestionar los celos.
Por tanto ¿Es el otro culpable de los celos que YO puedo sentir? La respuesta es que no, cada uno debe hacerse cargo de sus propias emociones y saber que surgen por la forma en la que interpretamos lo que pasa, por tanto es nuestra responsabilidad gestionarlos de una manera que no perjudique al otro ni a nosotros mismos. Debemos recordar que nadie es de nadie, por tanto tu pareja no te pertenece. Ahora bien, ¿Es normal sentir celos? si en tu pareja sientes que hay una buena comunicación, confianza y es una relación con amor del bueno no deberían aparecer.
Por último, es importante saber que los celos NO deberían consentirse y mucho menos ser considerarlos como medida del amor que existe en una relación. Los celos NO son amor.
Learn More¿Qué lenguaje de amor tengo?
En las relaciones que mantenemos, existen cinco lenguajes del amor. Cada uno de nosotros preferimos y usamos más uno de ellos. Si nuestra pareja, familiar o amigo tiene detalles relacionados con el lenguaje de amor que preferimos nos sentiremos más queridos y felices.
El primer lenguaje del amor es el de Palabras de afirmación consiste en realizar cumplidos, reconocer logros, motivarse, decirse cuanto se quieren por ejemplo: ¡Estás guapísima con ese vestido!, ¡Cocinas muy bien!, ¡Gracias por limpiar la cocina!, etc.
El segundo lenguaje del amor es Tiempo de calidad algunos ejemplos de este tipo de lenguaje son: realizar actividades especiales como ver una película o ir a cenar, tener una conversación interesante.
Recibir regalos es el tercer lenguaje del amor ejemplos de este lenguaje de amor soncelebrar fechas, que te regalen flores, pequeños detalles o notitas.
El cuarto lenguaje del amor es el de Actos de servicio, es decir que esa persona haga cosas que sabe que a ti te gustan, como puede ser que te cocine tu comida favorita, que te ayude con algo importante o que tenga acciones detallistas.
Por último y no menos importante, el quinto lenguaje del amor es el de Contacto físico algunos ejemplos de cosas que valoran las personas en las que este lenguaje predomina son los abrazos, las caricias, ir de la mano, tener relaciones sexuales, besos, etc.
Saber cuál es tu lenguaje del amor puede ser útil para saber tus necesidades y poder comunicarlas a las personas que te importan. Y tú, ¿Sabes cuál es el tuyo?
Learn MoreLos mitos románticos
¿Has pensado que si no tienes pareja estas incompleto? ¿Qué las “parejas perfectas “son las que salen en las películas de Disney? ¿Qué cuando tienes pareja no puedes sentirte atraído por nadie?
Si tu respuesta ha sido que sí en alguna de las preguntas anteriores, puede que hayas caído en la trampa de los mitos románticos, pero ¿Qué es un mito?
Un mito es una creencia que suele incluir emociones y que se interpreta como verdadera, además suele originar y mantener la ideología del propio grupo, por tanto suelen ser difíciles de cambiar.
A continuación os explicaremos algunos de ellos:
- La media naranja: debe de existir una persona “hecha a nuestra medida”, esta idea causa frustración, además puede llevar a que una persona se aferre a una relación por miedo a pensar que no encontrará a otra persona que sea tan perfecta para él/ella. En caso de que la relación de pareja se rompa, esta persona pensará con total seguridad que ya no tiene posibilidades de encontrar el amor.
- El amor todo lo puede: si hay problemas no hay amor. Se asocia que las parejas “perfectas” no tienen ningún problema y que la confianza, la comunicación y el respeto vienen en pack junto al amor que sienten. Esta idea puede provocar rupturas innecesarias o tempranas, porque no se buscan soluciones a los conflictos. Por otro lado, la persona también puede llegar a permanecer en situaciones perjudiciales, o incluso de maltrato por creer que el amor es suficiente.
- La persona correcta llena todos los aspectos de tu vida: esta idea se puede observar en frases del estilo “todo lo hacemos juntos”, “somos uno”, etc. Esta creencia suele dar lugar a la obsesión por la búsqueda de otra persona para comenzar a vivir, ser feliz o incluso comenzar a hacer sus sueños realidad.
- Mito de la equivalencia, o creencia en que el “amor” (sentimiento) y el “enamoramiento” (estado más o menos duradero) son equivalentes: es decir, si una persona deja de “sentir mariposas en el estómago” es que ya no quiere a su pareja y lo mejor es dejar la relación. Sin embargo esto no es cierto, el enamoramiento es un “cóctel de hormonas” que provoca una mayor irracionalidad e intensidad, sin embargo esta fase debe llegar a su fin, ya que esa intensidad no podría mantenerse en el tiempo, simplemente por una cuestión de supervivencia. El amor real en cambio, es más racional y menos intenso.
- Cuando se está enamorado no es posible sentir atracción por otra persona: esta idea se distancia mucho de la realidad. Tenemos pareja pero “no nos han arrancado los ojos”. La fidelidad es un concepto construido por la sociedad, por lo que serán los miembros de la pareja los que tengan que llegar a un consenso sobre lo que significa la fidelidad para ambos y los límites que quieren marcar en su relación.
- Los celos son una prueba de amor: Los celos son una expresión de miedo de la posible pérdida de la persona amada. Esta emoción nos indica la angustia de que otra persona nos pueda arrebatar lo que consideramos “nuestro”, en este caso a esa persona con la que tenemos un vínculo amoroso. Sin embargo, al contrario de lo que dice la opinión popular, sentir celos no es indicativo de amar.
Como habéis visto llevan años inculcándonos ideas sobre el amor que se alejan mucho de la realidad y nos perjudican, pero si logramos tomar conciencia sobre ellas, podremos alcanzar el amor sano, el de verdad.
Learn MoreAmor resiliente
¿Sientes que das más que recibes?
¿Sientes que se genera deuda en tus relaciones de pareja?
¿Sientes descompensadas tus relaciones?
Para empezar a desgranar este tema, primero sería recomendable abordar la siguiente cuestión: ¿Desde dónde das en tus relaciones? Cuando haces algo por otra persona, ¿Para qué lo haces?
Tenemos dos maneras de dar desde el amor o desde el miedo.
Cuando damos o hacemos algo por los demás o por nuestra pareja y es desde el miedo, lo harás con la expectativa de obtener algo a cambio. Ese algo puede ser reconocimiento, amor, visibilidad, estatus… puede ser cualquier ganancia que le venga bien a nuestras heridas.
De esta manera, es muy común tener un sentimiento de deuda y recriminar o quejarnos: “yo doy más que el otro y me debe algo”. Esto suele generar pensamientos de injusticia y la emoción rabia.
Sin embargo, cuando damos desde el amor, entendemos que lo que damos al otr@ no lleva expectativa ni buscamos un retorno, no lo damos por el otro si no porque a nosotr@s nos hace felices, no hay deuda, no hay exigencia. Dar desde el amor, es regalarnos al otr@ sin esperar nada a cambio, ni siquiera un gracias.
Cuando damos desde el amor no hay rabia ni tristeza, no lo sientes como injusto, sientes equilibrio y paz. ¿Has revisado desde dónde das en tus relaciones?
Por otro lado, a mí me gusta hablar de reciprocidad y equidad en las relaciones puesto que una cosa es dar sin esperar nada a cambio y otra es que sea una relación unidireccional. Las relaciones son un camino bidireccional en el que hay equidad (que no igualdad) en el dar y recibir.
La equidad entiende que cada uno da lo que tiene y lo que puede y que las dos personas no tienen por qué dar lo mismo ni al mismo nivel o tiempo, si no que confiando y amando el equilibrio llega y ambos reciben y dan lo que necesitan.
La equidad es que uno de una cosa y el otro otra, sin importar que cosa o en qué cantidad, porque ya hay equilibrio y reciprocidad. Es bailar el mismo baile, y acompañaros en las caídas.
Y tú, ¿desde dónde das en tus relaciones?
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Learn MoreAPRENDIENDO A RELACIONARTE DESDE EL AMOR
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Patricia Sánchez
Amor Resiliente
A LOS HOMBRES DE MI VIDA…
Taller 25 de Enero: Amor resiliente
Amor resiliente
¡No tienes que hacer nada para que te quieran!
Hace un par de días, estaba tumbada en mi cama, mirando las estrellas que tengo en el techo y sintiendo latir mi corazón, cuando me vino muy fuerte esta idea: ” No tienes que hacer nada para que te quieran”.
¡¡¡La situación era la siguiente, a ver si te suena a ti!!! Siempre he estado muy atenta de mis amig@s, de mi pareja y de mi familia, en general de las personas. Siempre apoyando y escuchando a los demás, siempre para los demás…
Hace ya unos años decidí ponerme en primer lugar de mi vida, y llegaron los primeros recelos y enfados, personas que desaparecieron de mi vida o que decidieron alejarse porque ya no obtenían de mi lo que querían, mi atención o mis acciones para ell@s.
Hace ya unos años decidí ponerme en primer lugar de mi vida, y llegaron los primeros recelos y enfados, personas que desaparecieron de mi vida o que decidieron alejarse porque ya no obtenían de mi lo que querían, mi atención o mis acciones para ell@s.
Estamos acostumbrados a dar para que nos quieran y hacer constantemente cosas para demostrar nuestro amor, nos han educado en hacer y esto nos lleva a demanda, a queja, a crítica y a pensar siempre que damos más que el otro. Lo cual no es amor real es amor con condicionantes y con millones de labores que hacer para “llamar la atención del otro” (atención=amor).
Amar es amar lo que somos y lo que es esa persona que tenemos al lado, o nuestra madre o nuestra abuela, esto es amar: entender que no tenemos que hacer nada para que nos quieran, solo ser tal cual somos.
A día de hoy, me sigue apareciendo muchas veces esta creencia que me bombardea y que me dice, haz esto para no se quien… haz lo otro… esta persona quiere que hagas o necesita… y cuando consigo no sucumbir a este cuento que me cuenta la mente, mi mente siempre intenta meterme la culpa de regalo…
No te lo creas, de verdad, no te lo creas porque, a día de hoy, he conseguido detectar en mi vida quien me quiere sin pedirme nada a cambio y quien no me exige nada. El amor, es eso que sentimos sin pedir nada a cambio.