Trastorno esquizoide de la personalidad
Vamos a empezar dejando claro lo que es un trastorno de personalidad. Todos podemos conocer a una persona con rasgos esquizoides, obsesivos, narcisistas,… debido a que no dejan de ser rasgos de personalidad que todo el mundo tiene, en mayor o menor medida. Sin embargo, cuando estos rasgos de personalidad se manifiestan de manera rígida y dificultan el día a día de una persona, es cuando lo llamamos trastorno de personalidad.
El trastorno esquizoide es uno de los grandes desconocidos dentro de los trastornos de personalidad, afecta a menos de un 1% de la población general, de ahí que apenas se escuche hablar de él. Sin embargo, el trastorno esquizofrénico de la personalidad seguramente sí os suene haberlo oído, y aunque a nivel semántico se parezcan, no tienen nada que ver a nivel patológico. Aún así, es posible que las personas con trastorno esquizofrénico experimenten comportamiento esquizoide, por lo que no hablaríamos de trastorno esquizoide de la personalidad.
Dicho trastorno se sitúa dentro del grupo A de los trastornos de personalidad, que engloba a los excéntricos o raros. Su prevalencia es mayor en hombres que en mujeres, pero la diferencia no es muy destacable. Entre sus principales características se encuentra el no mostrar interés por las interacciones sociales y tener expresiones emocionales muy limitadas basadas en la frialdad y la indiferencia. De ahí que prefieran realizar actividades solitarias y no tengan amigos íntimos ni se interesen por las relaciones sexuales ni de ningún tipo.
Por otro lado, los trastornos por evitación y Asperger que evitan las interacciones sociales, el primero por ansiedad y el segundo por dificultades en comunicación no verbal, tienen una gran diferencia con el esquizoide, y es que este no las evita, simplemente no tiene ningún interés.
Como hemos dicho al principio, este trastorno es muy raro pero no por ello inexistente. Es importante visualizar este tipo de enfermedades mentales tan raras para que se conozcan y de esta manera se puedan seguir estudiando, con el objetivo de encontrar una cura.
Miriam Romero
Psicóloga
ADICCIÓN A LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS: INTERNET Y SUS REDES SOCIALES
Internet puede definirse como un conjunto de ordenadores que comparten datos y recursos y permite a las personas, comunicarse entre sí en cualquier parte del mundo. Internet permite interaccionar con otros desde el anonimato, lo cual hace que la comunicación tenga una característica diferente, la desinhibición (Greenfield, 1999), esto permite perder la vergüenza y el miedo a expresarse, dando a la persona libertad y protección al mismo tiempo.
En relación con las adicciones en general Alonso-Fernández (1996) señala que los problemas aparecen (y también respecto a Internet) cuando “existe una absoluta necesidad de desarrollar esa actividad y se experimenta ansiedad si no se lleva a cabo“.
La adicción a Internet puede considerarse una adicción específicamente psicológica (como la adicción al sexo, las compras, el trabajo, los videojuegos, la televisión, etc…), con características comunes a otro tipo de adicciones.
Algunos datos muestran la cantidad de problemas a internet que surgen, por ejemplo, en EEUU, 400.000 norteamericano afectados por el desorden de adicción a internet, frente a una población de 20.000.000 de norteamericanos, sobre todo afectaría a los jóvenes varones con alto nivel educativo y hábiles en el uso de la tecnología.
¿Qué es lo que llama la atención? ¿a qué se hacen adictos? ¿es al contenido, o a internet en sí? Pues bien, según Young (1997) son varios los refuerzos y otros mecanismos psicológicos que llevan a la formación del hábito:
- Aplicaciones adictivas: Se encuentra que las aplicaciones que más poder adictivo tienen son las que permiten al usuario interaccionar con otros. Al parecer, si hay algo que diferencia a los usuarios dependientes de los que no lo son es el tipo de aplicaciones que utilizan. Los usuarios no dependientes usan Internet para encontrar información y mantener relaciones preexistentes, mientras que los dependientes la usan para socializarse y conocer nueva gente, para implicarse en un grupo. De acuerdo con esto se determinan tres principales áreas de reforzamiento: apoyo social, realización sexual y creación de un personaje.
- Apoyo social: Los grupos se forman rápido en el ciberespacio. Las visitas continuadas a un determinado chat hacen que se establezca una intimidad con los demás miembros, alentada por la desinhibición que se muestra en la red. Esta desinhibición es consecuencia directa del anonimato que proporciona la comunicación mediada por ordenador. Estos grupos llenan la necesidad de apoyo que tenga la persona en situaciones estresantes de enfermedad, jubilación o divorcio.
- Creación de personalidad ficticia: Internet permite crear una personalidad virtual modificando las propias características físicas que en el mundo real son inamovibles. Es una forma de reinventarse a sí mismo, de cubrir necesidades psicológicas previamente no afrontadas enmascarando la inseguridad interpersonal. Dos de estas necesidades psicológicas son la expresión de un rasgo de personalidad reprimido y los sentimientos de reconocimiento y poder.
- Personalidades reveladas: Internet puede ayudar a sacar a la luz aspectos de la personalidad que estaban ocultos o reprimidos, como puede ser la agresividad. Una vez sacados a la luz, se debe de aprender a incorporarlos a la propia personalidad y no limitar esos roles al ciberespacio.
- Reconocimiento y poder: Este es un elemento que se deriva de los juegos, en los que se crea un personaje que va aumentando su poder a medida que consigue puntos, pudiendo llegar al liderato de otros jugadores subordinados.
Ansiedad: cómo reconocerla y combatirla
Es probable que en estos días todos hayamos tenido en momentos puntuales una fuerte sensación de intranquilidad, de nerviosismo, llegando a tener palpitaciones o sudoración excesiva. ¿Qué significan estos síntomas? ¿Debo preocuparme? A la primera pregunta responderemos con una palabra, ansiedad. ¿A la segunda? En absoluto. La respuesta de ansiedad ante situaciones nuevas o de incertidumbre es la más normal. De forma fácil y sencilla, podríamos entender la ansiedad como aquella reacción de alerta que, de forma inconsciente y anticipada, tenemos ante estímulos (externos como un accidente o internos como pensamientos) que a nuestro parecer pueden ser peligrosos o dañinos y que viene acompañada por sentimientos negativos o sensación de tensión.
Debemos fijarnos en dos palabras que aparecen en esta definición: en primer lugar, la palabra inconsciente, lo que podríamos entender como sinónimo de incontrolable, en el sentido de que no decidimos en qué momento va a aparecer. Por otro lado, anticipada. Una característica de la ansiedad es que aparece para avisarnos de que algo malo o desagradable puede ocurrir, es decir, antes de que suceda, por lo que nos prepara y nos mantiene alerta para cuando ese acontecimiento suceda. Esa característica anticipatoria de la respuesta de ansiedad es la que le da un carácter adaptativo, porque hace que estemos “preparados” para lo que venga. Sin embargo, esta afirmación necesita de un matiz: para que la ansiedad sea adaptativa (o normal ante una
situación estresante) debe encontrarse dentro de unos niveles normales, siendo coherente con el estímulo estresante que la desencadena.
Otra característica que debemos conocer de la respuesta de ansiedad es la curva que su representación gráfica dibuja. Como se observa en la imagen, la ansiedad no es constante en el tiempo, sino que traza un forma de “campana”. ¿Esto qué significa? Afortunadamente, esta
representación visual nos informa de que los niveles de ansiedad pueden ir aumentando hasta llegar a un punto máximo, en el que comenzarán a disminuir. Por lo que, si aparece esta temida sensación, debemos ser conscientes de que, si como en la mayoría de los casos no es una ansiedad patológica, ésta terminará por desaparecer.
La distinción entre la ansiedad adaptativa y la ansiedad patológica no es tarea sencilla, aunque de ésta última debemos saber que provoca tal nivel de malestar que supone un problema en el día a día, generando una reacción exagerada antes aquella cosa o situación que la desencadena e impidiendo un adecuado desarrollo de la actividad social, laboral u otras áreas de la vida cotidiana de las personas.
La complejidad de la respuesta de ansiedad podría llevarnos a una explicación un tanto pesada y controvertida, por lo que el objetivo principal de este post, más allá de convertirnos en expertos en el tema, es informar de que la ansiedad es algo que está presente en el ser humano, que no debemos entenderla como un problema siempre que sea una reacción coherente con el “peligro” que se pueda presentar, como la incertidumbre que genera el estado de alarma en el que nos encontramos. ¿Es normal tener ansiedad por lo que está ocurriendo ahora mismo? Completamente. Ahora, debemos hacernos una pregunta aún más importante, ¿qué puedo hacer para sentirme mejor?
- En primer lugar, debemos comprender qué es la ansiedad y pensar de forma lógica. No debemos sentir miedo si ésta aparece en estos días, sabemos que desaparecerá. Sabiendo que está presente, tenemos que aceptarlo.
- Huir en este caso no es la solución, de nuevo, el miedo desaparecerá. Una alternativa eficaz que tenemos frente a la huida en esta ocasión puede ser la realización de ejercicios de respiración cuando aparece la ansiedad, o incluso antes, evitando que ésta aparezca. Un sencillo ejercicio de respiración que puede servirnos sería inhalar profundamente por la nariz, mantener el aire durante 5 segundos, y expulsar el aire poco a poco.
- Tratar de mantener una actitud positiva será la clave para conseguir una sensación de bienestar. Como hemos dicho la ansiedad aparece antes del “peligro” y anticipar lo que va a pasar de forma negativa no va a aportarnos nada bueno. Seamos realistas, no pesimistas. Un ejercicio que podría ayudarnos es pensar en situaciones adversas del pasado y en cómo las hemos gestionado y superado. Esto nos hará ver las fortalezas que tenemos y las habilidades propias que nos ayudan a superar los peores momentos.
- Expresa libremente tus sentimientos y emociones, dejando a un lado las comparaciones. Cada persona es diferente y, por supuesto, siente de forma diferente a los demás las circunstancias.
- Dedícate tiempo. Es importante buscar actividades que nos aporten placer o bienestar, así como tener un adecuado descanso, alimentación e higiene.
- No busques una solución rápida para la ansiedad, no existe. Sabemos que la ansiedad termina desapareciendo, por lo que debemos darle su tiempo y no caer en soluciones que parecen efectivas en el momento como el tabaco o el alcohol, cuando su efecto pase las consecuencias podrían ser aún peores.
¿Qué forma tiene tu ego?
Siempre he sabido que había algo o alguien en mi cabeza que no sabía como gestionar, que, en ocasiones, se apoderaba y apodera de mi y que no sabía ni que era ni como era.
¿Te ha pasado alguna vez? ¿Te has preguntado alguna vez porque has reaccionado de una manera desmesurada o porque, en ocasiones, te comportas de una manera que no entiendes?
En mi caso, como en el de la mayoría de lss personas, esto ocurre o bien cuando algo o alguien ha tocado una herida muy profunda, cuando nos sentimos atacados o cuando hay algún conflicto o problema.
No sólo lo había observado en mí, si no también en muchas personas de mi alrededor. Y ahora como terapeuta puedo observarlo en todas las personas que pasan por mi consulta.
En mi caso, cuando se presentaban problemas me daba y me da por el victimismo, la negatividad, la culpa y el “pobrecita yo”, mejor me quedo en la cama llorando. Esto me ha robado tantos minutos de vida, tantos… Recuerdo muchas situaciones en las que no sabía que hacer y sólo sabía llorar y echar la culpa a los de fuera, no me hacía responsable de misma. ¿Te pasa que pierdes vida y tiempo de gran valor enfrascado en este tipo de procesos absurdos?
Tu manera de actuar puede ser esta u otra como la exigencia y el machaque, la crítica, el egoísmo, vanidad, egocentrismo, capricho y la necesidad de los demás, la dureza, la chulería, la alegría inflada, el no pasa nada… Puede tener muchas formas… ¿Sabes cual es la tuya?
La cuestión es que cuando este comportamiento desproporcionado e inútil se apoderaba de mi, estaba perdida me costaba horrores salir de ahí y siempre necesitaba de los demás para hacerlo. Me desequilibraba emocionalmente, llamaba la atención y hacia daño a los demás para conseguir mi objetivo, (no sentirme abandonada =mi herida).
Siempre me había preguntado que me pasaba y, sobre todo, que hacer con esto que me ocurría. Cuando descubrí que esto era el ego y sus personajes, mi vida cambió, hice un click. Identificar cómo es tu ego y cuáles son tus personajes y saber herramientas que nos permitan gestionar estas situaciones y aprender a cómo salir de ellas ha sido uno de mis grandes avances y aprendizajes como persona.
Esto no quiere decir que aniquilemos al ego, si no aprender a gestionarlo y a ponerlo a nuestro servicio, que no sea él el que decida cómo actuamos, que seas tú quien decide y quien le dice al ego como actuar.
El ego es un mecanismo de defensa que creamos para poder sobrevivir y en función de las situaciones que hayamos vivido cada uno de nosotros, toma una forma para poder protegerse del entorno, entender porqué y para qué se crea, cómo se crea y la forma que tiene el ego de cada uno, nos permite decidir sobre él y vivir más felices, libres y relajados.
Pues si no hay nada que temer, no hay nada de lo que defenderse. Es una manera, de quitarnos capas, de ser más honestos con nosotros mismos, de mostrarnos tal cual somos sin caretas y de tratarnos mejor a nosotros mism@s.
¿Quieres conocer tu ego?
Aprendiendo a Relacionarnos con Nosotros Mism@s
https://www.facebook.com/events/401948670364860/?ti=as
Patricia Sánchez
#amorresiliente
Learn MoreMIEDO AL MIEDO…
¡Buenas! ¿Qué tal la Semana Santa? Aunque el tiempo no haya acompañado en estos días, espero que hayáis sido capaces de disfrutar de esos ratos con la familia y amigos y hayáis podido recargar pilas y coger fuerzas para volver al trabajo.
Estando de vacaciones tuve una conversación que me pareció muy interesante. La persona con la que estaba hablando me comentó que de vez en cuando se empezaba a encontrar muy mal, que sin que ocurriese nada en concreto y mientras estaba realizando tareas cotidianas, se empezaba a sentir nerviosa y tenía pensamientos negativos y catastrofistas de que iba a pasarle algo malo (que se iba a desmayar, le iba a dar un ataque al corazón, iba a volverse loca o, incluso, que podría morirse). Esto iba acompañado de sentimientos de terror, palpitaciones, mareos, náuseas, opresión o malestar en el pecho… y, en sus casos más graves, de una sensación de ahogo o falta de aliento. Todos estos síntomas aparecían bruscamente, aparentemente de la nada, y suelen alcanzar su máxima expresión en los primeros 10 minutos. Otro detalle importante fue que, cuando le pregunté qué estaba ocurriendo cuando empezó a sentir todos esos síntomas, que por qué sentía ansiedad, me contestó que nada; que lo que realmente le daba miedo era volver a tener otro ataque, sentir que va a volverse loca o a perder el control, que algo muy malo puede pasarle si le da otra crisis.
Pues bien, esto que describimos aquí, es lo que llamamos ataque de pánico o crisis de angustia. A algunas personas les da una vez y, al no darle mayor importancia y atribuirlo a una pesadilla o que se han puesto nerviosos; no va más allá. Sin embargo, la persona que después de pasar una crisis se queda preocupada por ella y con ese temor de volver a experimentar una o con temor a las propias sensaciones internas, puede ocasionar que, el mero hecho de sentir ansiedad, le produzca más ansiedad; es decir, siente miedo a la ansiedad, miedo al miedo; y es entonces cuando consideramos que la persona padece un trastorno de pánico.
Ahora bien, ¿a qué se deben las sensaciones que tememos en el pánico?
De forma automática y adaptativa, nuestro cerebro se pone en marcha cuando percibe un peligro y activa el sistema de alarma responsable de provocar diferentes cambios fisiológicos con los que tu organismo se prepara para afrontar el peligro.
Por ejemplo, al aumentar la frecuencia cardiaca y la fuerza de los latidos del corazón, tus músculos disponen de más sangre y se eliminan mejor las toxinas, resultando más fácil huir o atacar; o hiperventilamos, respirando más cantidad de aire y más deprisa, preparando al cuerpo también para la lucha y la huida; entre otras.
Las personas que sufren ataques de pánico de manera frecuente sienten mucho malestar y acaban evitando diferentes situaciones porque temen que se desencadene otra crisis. Cuando se comienza a evitar ir a lugares donde se puede producir otra crisis y no hay posibilidad de ayuda, decimos que la persona sufre trastorno de pánico con agorafobia.
Las personas que sufren ataques de pánico están dentro de un círculo vicioso que hace que los síntomas de ansiedad se incrementen debido a la interpretación catastrofista de dichos síntomas y a la activación automática de la reacción de alarma del organismo. Esto hace que sintamos síntomas más intensos que, a su vez, interpretamos de forma aún más catastrófica; y así sucesivamente.
Si te reconoces en este post, es importante que busques ayuda de un profesional que te enseñe a manejar estas situaciones. Desde el Gabinete de psicología y logopedia de CES Educa estaremos encantados de ayudarte.
¡Buena semana!
Laura Alonso Rodríguez
Psicóloga colegiada M-28753
Learn MoreApoyándonos
Buenos días, hoy es miércoles y aquí estamos. Nos gustaría hacer una mención especial en el post de hoy al 8 de marzo, como todas y todos sabéis, “Día internacional de la Mujer”
¿Cuántas veces te han preguntado qué quieres ser en tu vida? ¿Cuántas veces has sentido que aún necesitabas un poco más para llegar donde querías llegar? ¿Cuántas veces te han dicho que es demasiado pronto o demasiado tarde para tener hijos? ¿Cuántas veces te has sentido juzgada?
¿Cuántas veces has juzgado a tu amiga, prima, hermana, madre que quiere ser ella misma? ¿Cuántas veces has juzgado a tu amiga que se dedica en cuerpo y alma a conseguir sus objetivos laborales? ¿Cuántas veces has juzgado a tu amiga porque quería ser mamá y a ti te parecía demasiado pronto o demasiado tarde? ¿y a la que quiere las dos cosas? ¿Cuántas veces has pensado que estudiar o prepararse para algo a determinada edad era una pérdida de tiempo?
Probablemente todas nos hayamos sentido reflejadas con algunas de estas cuestiones ¿Por qué? Nos han hecho creer que hay un tiempo determinado para cada momento volcando, en muchas ocasiones, nuestros miedos en las demás y juzgando una y otra vez. Nos han hecho creer que por desempeñar la misma tarea tenemos que demostrar el doble y todo ello lo hemos interiorizado una y otra vez. Nos han hecho que hay carreras o profesiones más “adecuadas” para hombre o para mujeres…. ¿En serio? ¿A qué creéis que se debe esto? Desde niñas y niños interiorizamos que hay determinados juegos más indicados para uno u otro, desarrollando así diferentes capacidades presentes en TODOS.
Lo que queremos destacar con este post, es que todos tenemos derecho como personas a todo lo que nos propongamos, que cada una de nosotras podemos marcarnos las metas que queramos…que nos apoyemos, que no juzguemos y que trabajemos por aquello que queremos en nuestra vida.
¡Adelante! ¡Sea cual sea tú objetivo!
Learn More¿CÓMO ESTUDIO PARA SELECTIVIDAD?
¡Buen miércoles! Ya estamos en marzo y se acerca, para algunos, ese temido momento que es la selectividad EvAU. Esos exámenes van a ser uno de los momentos más importantes de nuestra vida ya que van a suponer el poder estudiar lo que nos gusta y queremos para dedicarnos en un futuro a lo que hemos soñado desde niños y a lo que más deseamos.
Como veis, es un momento decisivo para todos y desde que empezamos Bachillerato nos cuentan lo importante que es estudiar y tener una buena media, lo duro y difícil que es 2º de Bachillerato… Todo esto sumado a nuestra propia autoexigencia y/o a si lo que queremos estudiar tiene una nota de corte muy alta puede provocar mucha ansiedad durante el curso y según se acerca el momento de la EvAU.
Hace algunas semanas explicamos qué es la ansiedad. Como recordaréis definimos ansiedad como la respuesta mental y física que se produce ante situaciones de peligro o amenaza. Es una respuesta normal que experimentamos todos ante diferentes situaciones que percibimos o interpretamos como amenazantes tales como una entrevista de trabajo, un examen, hablar en público, antes de una cita importante, etc. Esta emoción puede proporcionarnos una ayuda extra para escapar de esa situación amenazante o darnos una mayor energía para conseguir lo que queremos.
Por todo lo que ya hemos comentado es muy fácil que interpretemos 2º de bachillerato y la selectividad como una situación peligrosa o amenazante y nos genere ansiedad. Por otro lado, tener unos malos hábitos de estudio incrementa nuestra ansiedad ante el curso y selectividad ya que si no somos capaces de cumplir los objetivos que nos proponemos y no conseguimos las calificaciones que esperábamos, alimentaremos las creencias de “No soy capaz”, “No voy a poder con esto”, “No valgo para estudiar”, generándonos más sentimientos de inseguridad y aumentando nuestra ansiedad sobre los exámenes y la EvAU.
Desde el Gabinete de psicología y logopedia de CES Educa creemos que es importante, tanto para poder preparar los exámenes, como para sacar las notas acordes con nuestro esfuerzo que: tengamos una buena planificación, adquiramos una buena técnica de estudio, así como unos buenos hábitos de vida, sobre todo durante los periodos de exámenes. Todo esto no servirá de nada si, mientras estamos estudiando, estamos sintiendo unos niveles de ansiedad muy intensos. Si tenemos en cuenta la Ley de Yerkes-Dodson, es necesario un mínimo nivel de activación para tener un buen rendimiento ya que, sin ella, no nos ponemos manos a la obra; sin embargo, si la activación es excesiva, nuestro rendimiento también se verá influido por ella.
Es por esto que es importante aprender a reconocer, comprender y gestionar nuestros niveles de ansiedad; saber cuál es la función de esta y mantenerla a unos niveles medios para así tener un nivel de rendimiento óptimo.
Desde el Gabinete estamos preparando un Taller de Gestión de ansiedad y Técnicas de estudio para prepararos a enfrentaros a este momento tan importante. Es el momento de hacer frente y aprender estrategias y herramientas que después podréis usar en otras situaciones de vuestra vida.
¡¡¡¡Apúntate y reserva tu plaza!!!!
Puedes hacerlo en los siguientes teléfonos: 91 024 32 02 / 615 600 095
Laura Alonso Rodríguez
Psicóloga colegiada M-28753
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