Los límites
Muchos habréis leído el título y habréis pensado “buff… eso de decir que no…” A más de uno nos pasa que eso de poner límites se nos atraganta un poco, y es que no es algo agradable. Al final, estamos dando una negativa ante algo que otra persona nos pide y que sabemos que es muy posible que le siente mal. Tendremos pensamientos tipo “¿y ahora qué va a pensar de mí?” “si le digo que no, lo mismo ya no vuelve a hablarme” “si me niego a hacerlo, le caeré mal y seguro que se enfada”. ¿Te sientes identificado? Muchos de nosotros nos sentiremos reflejados en esto, ya que más de uno de estos pensamientos los hemos tenido. Es normal, como decía, el poner límites siempre se ha percibido como algo negativo.
Sin embargo, estos límites son necesarios para que no nos pisoteen o se aprovechen de nosotros. No sólo eso, sino que además contribuye positivamente a nuestra autoestima. Delimitamos hasta dónde pueden llegar los demás con sus peticiones, es decir, permitimos o no que se aprovechen de nosotros. No está mal hacer favores de vez en cuando, no me malinterpretéis, lo importante es la frecuencia de estos favores y si es una relación bidireccional. Con esto quiero decir que si mañana necesitas un favor, va a estar esa persona para hacerlo. Si no es así, tendremos que establecer límites claros. Pero establecer límites no es únicamente decir que no, también es alejar a personas de nuestra vida que no nos hacen bien o no dejar que otros tomen nuestras decisiones.
Evidentemente, esto no es algo fácil de hacer, pero sí es necesario para una buena autoestima y para el establecimiento de relaciones sanas con los demás.
Miriam Romero
Psicóloga clínica
Learn More¿Miedo a socializar?
Seguramente hayáis leído el título y sepáis de que os voy a hablar, algo que nos está haciendo ver el mundo, a las personas, de otra manera: el covid.
Desde que este virus apareció en nuestras vidas, todo ha cambiado. Especialmente nuestra manera de socializar con los demás. Para las personas más extrovertidas, esto ha supuesto un gran problema, ya que han tenido que reducir su círculo de amigos, aislarse más, no salir con gente con tanta frecuencia,… Lo que inevitablemente ha llevado a un bajo estado de ánimo o apatía. ¿Por qué? Las personas extrovertidas necesitan estar siempre en contando con la gente, es parte importante de su personalidad. Necesitan esta estimulación constante del contacto con los demás. Entonces, si los que siempre están socializando han tenido que aislarse, ¿que pasa con los introvertidos?
Muchas de estas personas tímidas han desarrollado miedo a socializar, que en algunos casos ha derivado a la fobia social. La gente con este tipo de personalidad no se siente cien por cien cómodo rodeado de gente. Si le añadimos a eso una pandemia donde el contacto con los demás está limitado, tenemos la mezcla perfecta para el desarrollo de una fobia social. Esta fobia siempre ha estado presente, pero en los últimos dos años el índice de personas que lo padecen ha crecido de manera exponencial.
Si nos paramos a pensar en ello, es una reacción completamente normal y comprensible. Pero eso no quita que sea un problema de la sociedad hoy en día. Además, las redes sociales fomentan de cierta manera esta distancia hacia los demás. Ya que hoy en día se conoce más a gente por Internet que cara a cara. Esto evidentemente tiene su parte buena y su parte mala, que no discutiremos en esta ocasión. Nos quedaremos principalmente con que las redes sociales, en este caso, fomentarían esta fobia social.
Como conclusión, os invito a reflexionar. ¿Cómo podríamos tratar un problema así, si el principal medio para hacerlo (que es la gente) no está disponible en este momento?
Miriam Romero
Psicóloga clínica
Learn More¿Medicación sí o no?
En el post de hoy me gustaría hacer una reflexión, pero comenzaré realizándote la siguiente pregunta: Si te doliese muchísimo la cabeza, ¿dudarías en tomarte un ibuprofeno? Probablemente tu respuesta sería un no rotundo. Pero, ¿por qué nos cuesta tanto tomarnos medicación cuando tenemos alguna dificultad a nivel psicológico como puede ser la depresión? Probablemente uno de los motivos por el que las personas que sufren de un problema psicológico se niegan a tomar medicación, o les resulta muy difícil tomar la decisión de hacerlo, es porque creen que si acceden a tomársela han perdido la batalla o son débiles.
Este pensamiento es un mito que se aleja mucho de la realidad. Los fármacos abordan la parte química del cerebro, es decir, facilitan la regulación de ciertos neurotransmisores y hormonas, como, por ejemplo, en el caso de los antidepresivos, se dificulta la eliminación de la serotonina (hormona encargada de regular nuestro estado de ánimo), manteniéndose durante más tiempo en nuestro cerebro, esto hace que nuestro estado de ánimo mejore.
Es importante que, en caso de necesitar medicación, ésta vaya acompañada de una intervención psicológica adecuada para abordar las variables psicológicas que se encuentran detrás de dicha problemática. A mi me gusta explicar esto con una metáfora: cuando tienes tu móvil sin batería, lo cargas con el cargador; pues cuando una persona tiene un problema psicológico y necesita esa energía (batería en el caso del móvil) hay que ponerla a cargar, es decir, solicitar ayuda externa antes de quedarse al 0% cuando el ahorro de batería (ella misma) no da para aguantar más. Esta ayuda externa puede ser ayuda psicológica, pero también puede ser medicación, y por necesitarla no somos menos válidos, que las personas que no la necesitan, porque pedir ayuda cuando se necesita, es ser valiente.
Learn More