Cuatro de octubre de 2021. Seguramente esta fecha no os diga nada de primeras, pero ¿qué pasa si a la fecha le añado: caída de Whatsapp, Instagram y Facebook? Probablemente os estéis remontando a una tarde de martes hace dos semanas, cuando de repente nuestro móvil dejó de recibir notificaciones. ¿Recordáis qué sentiste en ese momento? Incertidumbre, angustia en algunos casos. Dejamos de estar conectados a las redes sociales durante unas horas, y de repente se hizo el silencio.
Desconecta de las redes sociales
No estamos acostumbrados a que nuestro móvil no tenga ni un solo mensaje, ni una alerta de instagram, ni una notificación nueva de Facebook. Pasamos tanto tiempo pendientes de las redes sociales, que cuando nos las quitan sentimos un hueco, un vacío. Así les pasó a algunas personas, que tuvieron ataques de ansiedad ante la imposibilidad de comunicarse, de estar actualizado a lo que pasa en el mundo, de contestar a ese mensaje que quedó a medias.
Os lanzo una pregunta, ¿cuántos de vosotros terminasteis con esa conversación llamando por teléfono? Seguramente muy pocos. ¿Cuántos aprovechasteis esa desconexión para estar con vosotros mismos? Probablemente una minoría. Porque eso de desconectar y pasar tiempo con uno mismo, como que es aburrido, ¿no? Pero gran parte de nuestra salud mental se basa en estar en armonía con uno mismo, en pasar tiempo solos, en mimarnos y cuidarnos. Tirarnos en el sofá y ver una buena película, leer un libro, cocinar, darnos un baño y quedarnos ahí hasta que el agua esté helada. Pero no tenemos tiempo, estamos muy ocupados yendo de un lado a otro, haciendo mil cosas.
Dedícate tiempo a ti
¿Y si el tiempo que le dedicamos a las redes sociales, nos lo dedicáramos a cuidarnos? A hacer lo que nos apetece, a disfrutar de ese café que te estás tomando con tu amigo en vez de estar pendiente del móvil. A desconectar del mundo. Probablemente no hubiese habido ni la mitad de ataques de ansiedad que se produjeron esa tarde entre los jóvenes. Es que eso de estar solo asusta, ¿verdad? Vemos la soledad como el gran enemigo, de lo que hay que huir.
Sin embargo, es imprescindible aprender a estar solos. A no depender de que nos contesten un mensaje, no estar pendiente de los likes que recibe nuestra nueva foto de instagram (como si eso fuera un motivo para subir nuestra autoestima), no mirar los storys que sube la gente cada cinco minutos. Este tipo de cosas lo único que hace es mantenernos conectados, siempre ocupados y pendientes de todo, menos de nosotros mismos. Así que te propongo algo: desconecta tu móvil durante una hora o dos, coge ese libro que nunca tienes tiempo de leer, hazte palomitas y tírate en el sofá a ver esa película. Dedícate tiempo a ti, porque al final del día es a ti a quien debes dedicar toda tu atención.
Miriam Romero.
Psicóloga
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